En el tema anterior nos enfocábamos solo en el yo, pero no en lo demás. Nosotros no somos los únicos que habitamos este lugar también están los animales. Pero, ¿Nosotros somos parte de los animales? La verdad es que yo creo que sí, simplemente hemos evolucionado. Y al igual que nosotros hemos cambiado, nuestros intereses también pues ya no únicamente buscamos satisfacer nuestras necesidades y seguir un patrón continuo siempre, si no, también buscamos estar siempre al día, buscándonos nuevas necesidades y maneras de complacernos, dándonos gusto en lo que queremos. Por ejemplo, los animales al buscar qué es lo que van a cazar para comer no están buscando a ver qué es lo que se les antoja más, o qué es de lo que ahora tienen ganas, ellos simplemente buscan zacear ese hambre que tienen y buscan el primer animal que se les aparezca en frente. En cambio, nosotros los humanos no simplemente buscamos comer, si no que le inventamos diferentes maneras de comerlo, a la parrilla, asado, al carbón, al vapor, etc.
Otra de las cosas que hemos tenido como costumbres, es que comúnmente usamos animales para señalar a las personas. Como por ejemplo cuando nos queremos referir a una persona que es muy platicadora, decimos que “parece perico” pues siempre esta hablando, o una persona que es muy sucia “es muy cerda”. Intentamos señalarnos entre nosotros los humanos con apodos o “simbolismos” usando a los animales, teniendo como referencia sus características principales.
Pero si nos damos cuenta, estos animales tienen también su propio lenguaje, pues ellos lo utilizan para expresar lo que necesitan, mientras que nosotros para expresar lo que queremos.
No hay mucha diferencia, más que somos un tipo de animal mas “avanzado” que ha evolucionado a través del tiempo.
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